La pandemia mundial del COVID-19 está cambiando el mundo tal como lo conocemos. Está cambiando las conversaciones que tenemos sobre el trabajo, las interacciones sociales, la seguridad de la comunidad, la responsabilidad personal y las obligaciones con los demás. También está cambiando las conversaciones sobre la salud mental en el lugar de trabajo. Un tema que solía ser relegado a susurros furtivos en el almuerzo o alrededor del enfriador de agua con tus compañeros de trabajo, la salud mental en el trabajo ahora está pasando a primer plano, mientras los trabajadores buscan ayuda para aliviar el estrés y la ansiedad que va en aumento.

Los problemas de salud mental no discriminan
y nadie es inmune. El estrés, la ansiedad y la incertidumbre afectan la vida de los trabajadores a nivel mundial, independientemente de dónde vivan, el trabajo que realicen o la generación

en la que hayan nacido. Pero no afecta a cada trabajador individual de la misma manera. Como tal, no existe una solución única que le sirva a todas las empresas para resolver la creciente crisis de salud mental. Las organizaciones deben tratar de comprender lo que los trabajadores están experimentando para ayudar a crear programas de asistencia para empleados que mejor satisfagan sus necesidades.

Para comprender mejor cómo la pandemia afecta la salud mental de los trabajadores de todo el mundo, encuestamos a 12.347 personas en 11 países, y nuestros hallazgos iniciales se enumeran en nuestro primer informe, A medida que permanece la incertidumbre, la ansiedad

y el estrés alcanzan un punto de inflexión en
el trabajo. Ese informe reveló el punto al que la salud mental está sufriendo en todo el mundo. Ahora estamos profundizando más para aprender cómo las personas se vieron afectadas, explorando cómo la pandemia ha afectado a diferentes puestos de trabajo, generaciones
y geografías en todo el mundo.

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