Definitivamente, la pandemia ha cambiado la forma de trabajar en España y ha impulsado nuevos modelos de trabajo que Internet y la digitalización han respaldado plena y conscientemente. Asimismo, el uso de nuevas tecnologías, aplicaciones y tendencias en este sector se han desarrollado de manera lenta pero segura.
De la misma manera, los patrones de pensamiento obsoletos están siendo cuestionados por las generaciones más jóvenes. Por lo que sólo nos queda preguntarnos: ¿cómo será la oficina del futuro? ¿A qué desarrollos ya está sujeta la cultura de oficina hoy en día? ¿Cómo se abordará el trabajo en 2030 y qué importancia tendrá la oficina en este contexto?
La oficina del futuro: La oficina del 2030
Es un hecho que el empleo tiene un notable impacto en el bienestar general de las personas. Desde cómo nos sentimos y actuamos, hasta en la manera en la que interactuamos con los demás. Es por esta razón que las organizaciones actuales empiezan a vislumbrar, y por consiguiente, crear entornos laborales que apoyen la salud mental, la flexibilidad y la productividad de sus colaboradores y colaboradoras.
Y es que esta transformación de los espacios de trabajo cuenta ya con una base sólida y reconocible de tendencias y desarrollos que probablemente prevalecerán en los próximos años.
Mayor flexibilidad
Este primer componente, clave del futuro del trabajo, es el eje central de la cultura corporativa en muchos países. Durante la pandemia, tanto trabajadores como profesionales de RRHH reconocieron que una rutina de trabajo efectiva también es posible desde casa; y en algunos casos, con aumentos significativos en lo que refiere a productividad.
Fueron muchas las empresas que mantuvieron el teletrabajo o abordaron la hibridez para una mayor flexibilidad, aún después de que se eliminara el requisito de cumplir con la jornada laboral desde casa.
Y cabe destacar, que en el futuro esta tendencia se verá incrementada. Ya que el concepto de flexibilidad no abarcará simplemente la movilidad geográfica, sino que el enfoque de trabajo flexible también incluirá —si no lo hace ya— una mayor flexibilidad con respecto al horario de trabajo. De ahí que un componente central de la oficina del 2030 serán las pautas y premisas deseadas individualmente y bajo las cuales trabajaremos.
Rediseño de los espacios de trabajo
Está claro que el concepto de oficina será completamente diferente en 2030, ya que los colaboradores percibirán y utilizarán este espacio de manera diferente. En lugar de ser una constante diaria en la vida de estos, la oficina se convertirá en un punto culminante que se visitará en ocasiones cuando la colaboración debe predominar y el trabajo en equipo se debe afrontar de manera creativa y productiva.
En consecuencia, raras veces nos encontraremos con lugares de trabajo rígidos y oficinas diáfanas. En cambio, el espacio compartido y flexible con salas de conferencias y escritorios individuales para las visitas planificadas a la oficina serán, sin duda alguna, la quintaesencia de la oficina del futuro.
Por supuesto, esto no significa que los colaboradores a los que les gusta trabajar exclusivamente en la oficina no puedan frecuentar el lugar de manera regular. Por el contrario, en la oficina del 2030 cada persona verá sus necesidades individuales cubiertas.
Sin embargo, dado que muchos trabajadores optan y seguirán optando por un modelo híbrido, el espacio liberado podrá utilizarse para una mejor colaboración.
Beneficios centrados en los colaboradores y colaboradoras
Además del rediseño del espacio de la oficina, este mundo laboral nuevo y más flexible, sumado a la creciente presión sobre las organizaciones también están transformando lo que este lugar brinda a los trabajadores. Y es que la cesta de frutas o la mesa de ping pong ya no serán suficientes para fidelizarlos. En su lugar, surgirán otras propuestas: salas de entrenamiento, servicio de lavandería, guarderías, entre otros servicios, serán cada vez más importantes en los próximos años.
Los beneficios apropiados y un diseño de trabajo moderno y atractivo jugarán un papel aún mayor en el futuro para atraer a las personas con talento. Como resultado, para el año 2030, la oficina se convertirá en un microcosmos que descubre y utiliza los servicios necesarios en la vida diaria por sí mismoo, presentando, al mismo tiempo, sus propias ofertas y beneficios.
Tecnologías digitales para implementar el futuro
Claro está que el trabajo flexible solo es una opción factible si también se ofrece la posibilidad de una sólida red de comunicación. Así, la gama de servicios ofertados desde la oficina también requiere de una plataforma a través de la cual acceder a estos.
Tales soluciones ya existen, tal y como lo demuestran apps como Witco. Así, en lugar de utilizar una amplia variedad de aplicaciones para tratar los problemas y desafíos de forma individual, este tipo de aplicaciones permite encontrar toda la información y las soluciones que se necesitan de forma centralizada dentro de la misma plataforma.
Desde la reserva interactiva y visual de escritorios y salas de conferencias, pasando por los servicios de conserjería, y hasta la reserva de un entrenamiento en el gimnasio, esta app cubre todas las áreas de la vida de los empleados.
Son estas nuevas tecnologías las que se están convirtiendo en un concluyente vínculo entre el futuro del trabajo y los colaboradores.
Dar forma a la oficina del futuro: reto y oportunidad
De lunes a viernes, de 8:00h. a 17:00h. y durante 40 años: no cabe duda de que este concepto de oficina ya no tiene espacio en el futuro del trabajo. En los próximos años, la forma de entender la oficina y la productividad cambiarán.
Es por eso que muchas empresas deciden iniciar hoy el cambio hacia una cultura corporativa y de oficina flexible y saludable, la cual ofrece gratificantes retos y
oportunidades. De esta manera, líderes empresariales de todo el mundo toman conciencia y apoyo de las amplias posibilidades que ofrecen las tecnologías modernas. Porque de lo contrario, ponen en peligro el éxito de la empresa. No hay tiempo que perder, el momento de empezar el cambio es ahora.
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Definitivamente, la pandemia ha cambiado la forma de trabajar en España y ha impulsado nuevos modelos de trabajo que Internet y la digitalización han respaldado plena y conscientemente. Asimismo, el uso de nuevas tecnologías, aplicaciones y tendencias en este sector se han desarrollado de manera lenta pero segura.
De la misma manera, los patrones de pensamiento obsoletos están siendo cuestionados por las generaciones más jóvenes. Por lo que sólo nos queda preguntarnos: ¿cómo será la oficina del futuro? ¿A qué desarrollos ya está sujeta la cultura de oficina hoy en día? ¿Cómo se abordará el trabajo en 2030 y qué importancia tendrá la oficina en este contexto?
La oficina del futuro: La oficina del 2030
Es un hecho que el empleo tiene un notable impacto en el bienestar general de las personas. Desde cómo nos sentimos y actuamos, hasta en la manera en la que interactuamos con los demás. Es por esta razón que las organizaciones actuales empiezan a vislumbrar, y por consiguiente, crear entornos laborales que apoyen la salud mental, la flexibilidad y la productividad de sus colaboradores y colaboradoras.
Y es que esta transformación de los espacios de trabajo cuenta ya con una base sólida y reconocible de tendencias y desarrollos que probablemente prevalecerán en los próximos años.
Mayor flexibilidad
Este primer componente, clave del futuro del trabajo, es el eje central de la cultura corporativa en muchos países. Durante la pandemia, tanto trabajadores como profesionales de RRHH reconocieron que una rutina de trabajo efectiva también es posible desde casa; y en algunos casos, con aumentos significativos en lo que refiere a productividad.
Fueron muchas las empresas que mantuvieron el teletrabajo o abordaron la hibridez para una mayor flexibilidad, aún después de que se eliminara el requisito de cumplir con la jornada laboral desde casa.
Y cabe destacar, que en el futuro esta tendencia se verá incrementada. Ya que el concepto de flexibilidad no abarcará simplemente la movilidad geográfica, sino que el enfoque de trabajo flexible también incluirá —si no lo hace ya— una mayor flexibilidad con respecto al horario de trabajo. De ahí que un componente central de la oficina del 2030 serán las pautas y premisas deseadas individualmente y bajo las cuales trabajaremos.
Rediseño de los espacios de trabajo
Está claro que el concepto de oficina será completamente diferente en 2030, ya que los colaboradores percibirán y utilizarán este espacio de manera diferente. En lugar de ser una constante diaria en la vida de estos, la oficina se convertirá en un punto culminante que se visitará en ocasiones cuando la colaboración debe predominar y el trabajo en equipo se debe afrontar de manera creativa y productiva.
En consecuencia, raras veces nos encontraremos con lugares de trabajo rígidos y oficinas diáfanas. En cambio, el espacio compartido y flexible con salas de conferencias y escritorios individuales para las visitas planificadas a la oficina serán, sin duda alguna, la quintaesencia de la oficina del futuro.
Por supuesto, esto no significa que los colaboradores a los que les gusta trabajar exclusivamente en la oficina no puedan frecuentar el lugar de manera regular. Por el contrario, en la oficina del 2030 cada persona verá sus necesidades individuales cubiertas.
Sin embargo, dado que muchos trabajadores optan y seguirán optando por un modelo híbrido, el espacio liberado podrá utilizarse para una mejor colaboración.
Beneficios centrados en los colaboradores y colaboradoras
Además del rediseño del espacio de la oficina, este mundo laboral nuevo y más flexible, sumado a la creciente presión sobre las organizaciones también están transformando lo que este lugar brinda a los trabajadores. Y es que la cesta de frutas o la mesa de ping pong ya no serán suficientes para fidelizarlos. En su lugar, surgirán otras propuestas: salas de entrenamiento, servicio de lavandería, guarderías, entre otros servicios, serán cada vez más importantes en los próximos años.
Los beneficios apropiados y un diseño de trabajo moderno y atractivo jugarán un papel aún mayor en el futuro para atraer a las personas con talento. Como resultado, para el año 2030, la oficina se convertirá en un microcosmos que descubre y utiliza los servicios necesarios en la vida diaria por sí mismoo, presentando, al mismo tiempo, sus propias ofertas y beneficios.
Tecnologías digitales para implementar el futuro
Claro está que el trabajo flexible solo es una opción factible si también se ofrece la posibilidad de una sólida red de comunicación. Así, la gama de servicios ofertados desde la oficina también requiere de una plataforma a través de la cual acceder a estos.
Tales soluciones ya existen, tal y como lo demuestran apps como Witco. Así, en lugar de utilizar una amplia variedad de aplicaciones para tratar los problemas y desafíos de forma individual, este tipo de aplicaciones permite encontrar toda la información y las soluciones que se necesitan de forma centralizada dentro de la misma plataforma.
Desde la reserva interactiva y visual de escritorios y salas de conferencias, pasando por los servicios de conserjería, y hasta la reserva de un entrenamiento en el gimnasio, esta app cubre todas las áreas de la vida de los empleados.
Son estas nuevas tecnologías las que se están convirtiendo en un concluyente vínculo entre el futuro del trabajo y los colaboradores.
Dar forma a la oficina del futuro: reto y oportunidad
De lunes a viernes, de 8:00h. a 17:00h. y durante 40 años: no cabe duda de que este concepto de oficina ya no tiene espacio en el futuro del trabajo. En los próximos años, la forma de entender la oficina y la productividad cambiarán.
Es por eso que muchas empresas deciden iniciar hoy el cambio hacia una cultura corporativa y de oficina flexible y saludable, la cual ofrece gratificantes retos y
oportunidades. De esta manera, líderes empresariales de todo el mundo toman conciencia y apoyo de las amplias posibilidades que ofrecen las tecnologías modernas. Porque de lo contrario, ponen en peligro el éxito de la empresa. No hay tiempo que perder, el momento de empezar el cambio es ahora.