Ciertamente no todas las personas pueden anhelar los mismos objetivos, plantearse las mismas expectativas, ni compartir los mismos intereses. El mercado laboral actual está dividido entre profesionales que, después de años de desempeño están a punto de jubilarse, y aquellos que se incorporan ahora tras finalizar su formación en un oficio. Y es que tratar de complacer a todos aplicando las mismas fórmulas, no es considerado sabio, ni eficaz.
De ahí que numerosas organizaciones demuestren un gran interés por conocer qué inspira y qué mueve a las fuerzas laborales más jóvenes, porque ellos, sin duda alguna, son el futuro del trabajo.
Generaciones promotoras del cambio
La mayoría de jóvenes que conforman la generación Z y la de los millennials anhelan una carrera en la que su trabajo esté impulsado por valores personales. No es de extrañar, ya que ante un contexto de cambios y variabilidad constantes, este grupo de edad ha tomado más conciencia sobre los retos que les plantea la sociedad actual y futura. De esta manera, la sostenibilidad, la salud mental y la creciente incertidumbre geopolítica —entre otros problemas— se han convertido en las principales preocupaciones para jóvenes de todo el mundo.
Como consecuencia de este gran despertar, han surgido nuevos modelos de trabajo que pretenden hoy facilitar la conciliación entre la vida personal y laboral sin descuidar el sentimiento de pertenencia a una empresa. Estos colaboradores advirtieron una nueva forma de trabajar. Una que se fundamentaría en la flexibilidad y en el bienestar; que se regiría por el cumplimiento de plazos en lo que refiere a la ejecución de tareas, escapando, así, de los horarios convencionales de 9 a 5. Se trata del modelo de trabajo híbrido, que abarca tanto el remoto como el trabajo en la oficina, y el mismo que la generación Z y millennial se ha encargado de demostrar que sí funciona.
Flexibilidad, equidad e inclusión
Son muchas las organizaciones españolas que, al percibir que la flexibilidad laboral es un incentivo para el colaborador, se han visto obligadas a cambiar su habitual planificación a largo plazo a la planificación a corto plazo para transformarse en base a las novedades que atraen a los jóvenes de hoy. En otras palabras, los empleadores tienen que aprender a adaptarse al cambio mucho más rápido que nunca.
Las empresas son conscientes de que la próxima generación no se quedará en un puesto de trabajo que no fomente la flexibilidad. Igualmente, se percatan de que necesitan adaptarse a las nuevas tendencias si desean mantener a estos colaboradores a largo plazo.
Es por eso que los departamentos de RRHH buscan, específicamente, jóvenes creadores que puedan unirse a sus equipos. Así, aceptan tanto a estudiantes que se encuentran finalizando su formación como a profesionales de la generación Z y millennial, y les conectan con empleadores que buscan incorporar a jóvenes talentos a sus equipos.
Las organizaciones tienen claro que brindar a estas generaciones el tipo de trabajo con el que siempre han soñado y enfatizar valores como la empatía, la diversidad, la equidad y la inclusión son claves para atraer y fidelizar una fuerza laboral potente y estable, y asimismo para fomentar una cultura de trabajo más saludable.
Sin embargo, estas empresas no son ajenas a los desafíos que puede conllevar ser un profesional remoto. Uno de los retos que se presenta es la disminución de la interacción humana en persona. De ahí que numerosas empresas la valoren sobre todo y ante todo, y se enfoquen plenamente en la experiencia de los colaboradores, la salud mental y física, la confianza y el bienestar; en definitiva, tendencias que la Generación Z y los millennials consideran indispensables en sus lugares de trabajo.
Bienestar y confianza
La salud mental y el bienestar son valores que poseen y fomentan las empresas más innovadoras. Uno de los aspectos más atractivos de estas organizaciones es que promueven un tipo de adaptabilidad en su máxima expresión. Así, si algunas personas se encuentran emocional o mentalmente indispuestas en algún momento, no deben sentirse obligadas a hacer ninguna tarea que no favorezca a su salud.
Y es que cuidar de los colaboradores de manera consciente es esencial para resolver los desafíos relacionados con la ansiedad, la depresión y otros estados de salud mental. Las empresas innovadoras mantienen el valor de la adaptabilidad como un componente clave. Alientan a sus colaboradores a trabajar desde cualquier lugar que tenga WIFI, lo que permite a estos profesionales viajar mientras trabajan siempre que tengan una fuente de conexión a internet. Por lo que la adaptabilidad es, sin duda, uno de los aspectos más atractivos de estas nuevas empresas que atraen tanto a la Generación Z como a los millennials.
Las bondades tecnológicas, imprescindibles para esta generación
Las generaciones más jóvenes se identifican como “nativos digitales”. Por eso, la tecnología es uno de los factores que marca la diferencia en la experiencia de estos. De modo que se requieren soluciones digitales que puedan convertir las oficinas en lugares más atractivos y flexibles, así como herramientas que simplifiquen la organización y el flujo de equipos.
La forma en que los colaboradores se comunican, colaboran y conectan son agentes fundamentales que intervienen en su experiencia. Y es primordial que los empleadores lo hagan bien cuando se trata de facilitar estas interacciones con la tecnología.
Conviene subrayar una encuesta realizada por Qualtrics, en la que se indica que los trabajadores están un 230 % más comprometidos y tienen un 85 % más de probabilidades de permanecer más de tres años en sus trabajos si sienten que cuentan con la tecnología adecuada que les respalde en el trabajo.
Así, ¿dónde deberían iniciar las organizaciones, si no lo han hecho ya, su transición hacia el futuro del trabajo?
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Ciertamente no todas las personas pueden anhelar los mismos objetivos, plantearse las mismas expectativas, ni compartir los mismos intereses. El mercado laboral actual está dividido entre profesionales que, después de años de desempeño están a punto de jubilarse, y aquellos que se incorporan ahora tras finalizar su formación en un oficio. Y es que tratar de complacer a todos aplicando las mismas fórmulas, no es considerado sabio, ni eficaz.
De ahí que numerosas organizaciones demuestren un gran interés por conocer qué inspira y qué mueve a las fuerzas laborales más jóvenes, porque ellos, sin duda alguna, son el futuro del trabajo.
Generaciones promotoras del cambio
La mayoría de jóvenes que conforman la generación Z y la de los millennials anhelan una carrera en la que su trabajo esté impulsado por valores personales. No es de extrañar, ya que ante un contexto de cambios y variabilidad constantes, este grupo de edad ha tomado más conciencia sobre los retos que les plantea la sociedad actual y futura. De esta manera, la sostenibilidad, la salud mental y la creciente incertidumbre geopolítica —entre otros problemas— se han convertido en las principales preocupaciones para jóvenes de todo el mundo.
Como consecuencia de este gran despertar, han surgido nuevos modelos de trabajo que pretenden hoy facilitar la conciliación entre la vida personal y laboral sin descuidar el sentimiento de pertenencia a una empresa. Estos colaboradores advirtieron una nueva forma de trabajar. Una que se fundamentaría en la flexibilidad y en el bienestar; que se regiría por el cumplimiento de plazos en lo que refiere a la ejecución de tareas, escapando, así, de los horarios convencionales de 9 a 5. Se trata del modelo de trabajo híbrido, que abarca tanto el remoto como el trabajo en la oficina, y el mismo que la generación Z y millennial se ha encargado de demostrar que sí funciona.
Flexibilidad, equidad e inclusión
Son muchas las organizaciones españolas que, al percibir que la flexibilidad laboral es un incentivo para el colaborador, se han visto obligadas a cambiar su habitual planificación a largo plazo a la planificación a corto plazo para transformarse en base a las novedades que atraen a los jóvenes de hoy. En otras palabras, los empleadores tienen que aprender a adaptarse al cambio mucho más rápido que nunca.
Las empresas son conscientes de que la próxima generación no se quedará en un puesto de trabajo que no fomente la flexibilidad. Igualmente, se percatan de que necesitan adaptarse a las nuevas tendencias si desean mantener a estos colaboradores a largo plazo.
Es por eso que los departamentos de RRHH buscan, específicamente, jóvenes creadores que puedan unirse a sus equipos. Así, aceptan tanto a estudiantes que se encuentran finalizando su formación como a profesionales de la generación Z y millennial, y les conectan con empleadores que buscan incorporar a jóvenes talentos a sus equipos.
Las organizaciones tienen claro que brindar a estas generaciones el tipo de trabajo con el que siempre han soñado y enfatizar valores como la empatía, la diversidad, la equidad y la inclusión son claves para atraer y fidelizar una fuerza laboral potente y estable, y asimismo para fomentar una cultura de trabajo más saludable.
Sin embargo, estas empresas no son ajenas a los desafíos que puede conllevar ser un profesional remoto. Uno de los retos que se presenta es la disminución de la interacción humana en persona. De ahí que numerosas empresas la valoren sobre todo y ante todo, y se enfoquen plenamente en la experiencia de los colaboradores, la salud mental y física, la confianza y el bienestar; en definitiva, tendencias que la Generación Z y los millennials consideran indispensables en sus lugares de trabajo.
Bienestar y confianza
La salud mental y el bienestar son valores que poseen y fomentan las empresas más innovadoras. Uno de los aspectos más atractivos de estas organizaciones es que promueven un tipo de adaptabilidad en su máxima expresión. Así, si algunas personas se encuentran emocional o mentalmente indispuestas en algún momento, no deben sentirse obligadas a hacer ninguna tarea que no favorezca a su salud.
Y es que cuidar de los colaboradores de manera consciente es esencial para resolver los desafíos relacionados con la ansiedad, la depresión y otros estados de salud mental. Las empresas innovadoras mantienen el valor de la adaptabilidad como un componente clave. Alientan a sus colaboradores a trabajar desde cualquier lugar que tenga WIFI, lo que permite a estos profesionales viajar mientras trabajan siempre que tengan una fuente de conexión a internet. Por lo que la adaptabilidad es, sin duda, uno de los aspectos más atractivos de estas nuevas empresas que atraen tanto a la Generación Z como a los millennials.
Las bondades tecnológicas, imprescindibles para esta generación
Las generaciones más jóvenes se identifican como “nativos digitales”. Por eso, la tecnología es uno de los factores que marca la diferencia en la experiencia de estos. De modo que se requieren soluciones digitales que puedan convertir las oficinas en lugares más atractivos y flexibles, así como herramientas que simplifiquen la organización y el flujo de equipos.
La forma en que los colaboradores se comunican, colaboran y conectan son agentes fundamentales que intervienen en su experiencia. Y es primordial que los empleadores lo hagan bien cuando se trata de facilitar estas interacciones con la tecnología.
Conviene subrayar una encuesta realizada por Qualtrics, en la que se indica que los trabajadores están un 230 % más comprometidos y tienen un 85 % más de probabilidades de permanecer más de tres años en sus trabajos si sienten que cuentan con la tecnología adecuada que les respalde en el trabajo.
Así, ¿dónde deberían iniciar las organizaciones, si no lo han hecho ya, su transición hacia el futuro del trabajo?