Cada vez son más populares las estrategias corporativas para impulsar el desarrollo profesional de los colaboradores. La asignación de proyectos, el coaching empresarial, la rotación de roles, entre otras, son algunas de las alternativas más usadas en la actualidad y las que mejores resultados traen a las organizaciones.

Pero ¿has escuchado hablar del mentoring? En este artículo te contaremos no solo por qué esta estrategia de formación tiene tanta relevancia en el mundo empresarial actual, sino que profundizaremos en sus características y su importancia a la hora de formar a los colaboradores y alcanzar los objetivos organizacionales.

¿Qué es el mentoring?

El mentoring, también conocido en español como mentoría, es una práctica de formación colaborativa llevada a cabo por un mentor y un mentorizado, que tiene como objetivo desarrollar el talento de alguno o algunos de los colaboradores.

Para explicarte mejor cómo funciona, iremos a cada uno de los roles: el mentor es una persona altamente capacitada en un área del conocimiento en concreto, y es la persona que va a asumir la función de capacitar al mentorizado. Su papel dentro del proceso es técnico, pues es quien, a través de su experiencia en determinado tema, guiará al mentorizado.

Por su parte, el mentorizado es quien recibirá la asistencia del mentor para desarrollar sus competencias o adquirir conocimientos nuevos sobre temas en específico, y que serán cruciales para su desarrollo profesional y personal. Estas sesiones de mentoring se llevarán a cabo mediante conversaciones a través de las cuales se podrá ahondar en diferentes temas.

4 características principales del mentoring

Plan de desarrollo

Uno de los aspectos más importantes del mentoring es que el mentor y el mentorizado podrán desarrollar conjuntamente un plan de desarrollo que le permita al mentorizado crecer profesionalmente. Este se deberá acompañar con la identificación de destrezas y carencias, de las que hablaremos a continuación.

Identificación de fortalezas y debilidades

A través de un trabajo uno a uno, personalizado y en el que cada vez hay más confianza, es posible no solo identificar cuáles son los puntos débiles de los mentorizados, sino cuáles son sus habilidades más destacadas. De esta manera es posible reforzar los conocimientos y tomar medidas tempranas que permitan atender las brechas de aprendizaje.

Entendimiento

Es muy importante saber elegir a la persona adecuada para ocupar el rol de mentor, pues esta tiene que ser una persona que entienda las necesidades del mentorizado, se ponga en su lugar y esté dispuesta no solo a compartir sus conocimiento de forma amplia y amigable, sino también a invertir gran parte de su tiempo en alcanzar los objetivos de aprendizaje.

Confidencialidad

La confidencialidad es un pilar fundamental del mentoring, pues las sesiones son espacios de diálogos abiertos entre el mentor y el mentorizado, y solo a ellos dos les compete lo que sucede durante el proceso.

¿Por qué es importante la práctica de mentoring en las organizaciones?

Cuando hablamos de mentoring, no solo hablamos de una práctica de formación que promueve un entorno laboral de mayor confianza en el que los colaboradores aprenden a comunicar sus propias necesidades de aprendizaje, sino que también hablamos de una estrategia que propende por el desarrollo individual para potenciar el desarrollo de la organización.

Poder promover un entorno de mayor interacción e intercambio de conocimientos es construir las bases de una cultura organizacional sólida, y para eso existen estrategias tan efectivas como el mentoring.