Hablar de complejidad es hablar ya de normalidad. De una constante en el mundo laboral que debería de dejar ya de sorprendernos… Ahora bien, lo que resulta curioso, es que todavía nos cueste entender que la respuesta a los contextos, problemas y retos de naturaleza compleja conllevan “formas” muy distintas de operar, resolver, interactuar, decidir, etç. Y que este todavía anclaje a unas formas, sí más convencionales pero a fecha de hoy poco eficientes y efectivas, en nada favorecen que las organizaciones y, por ende, las áreas y los equipos de trabajo puedan trabajar con un único foco; generar y entregar valor a los clientes, la compañía y a los propios miembros de los equipos de trabajo. Complejidad y agilidad es una binomio indisociable. La agilidad nace y es su principal esencia, para resolver y gestionar la complejidad de las organizaciones. Y no podemos negarlo por mucho que nos tapemos los ojos… Los contextos se han vuelto tremendamente complejos. Así que poco más hay que añadir para tomar conciencia de la necesidad de trabajar las prácticas y los marcos de trabajo ágiles, potenciados por su Mindset Agile, a día de hoy. Guillermo Jávega, Agile Culture TrainerReserva tu plaza >>>