La salud y el bienestar financiero se han convertido en uno de los principales desafíos de las organizaciones modernas. El 44% de las organizaciones en Europa indican que ambos objetivos están incluidos dentro de la estrategia de sus compañías en los próximos 3 años, para poder abordarlos y alrededor de dos tercios de las empresas revisará el diseño de sus planes.
Tal y como se recoge en la última encuesta “Benefit Trends” de Willis Towers Watson, las palancas que impulsan esta tendencia son la competencia continua por el talento y el reconocimiento de que el estrés es la primera causa de absentismo. Todo ello nos permite crear un informe sólido con información clave para el mercado y la industria. Además, según refleja el informe The future of benefits de Willis Towers Watson, estas tendencias se verán influidas por la evolución de la crisis de la productividad, las necesidades de mano de obra cada vez más cualificada, la irrupción de los avances tecnológicos y los cambios en las demandas de los empleados.
¿Cuál es el futuro de los beneficios sociales en la empresa?
Teniendo en cuenta las tendencias de los últimos 20 años y los principales factores que están afectando al mundo laboral, el informe recoge cinco oportunidades empresariales para construir los sistemas de beneficios del futuro.
1. Alinear la estrategia de beneficios con los objetivos empresariales
Los beneficios sociales se ven afectados por multitud de factores, tanto externos como internos a la empresa. Sin embargo, los sistemas de beneficios son, a veces, poco flexibles. Para que no se conviertan en un lastre a nivel empresarial, recomendamos:
a. Estudiar cómo encajan las propuestas de los empleados con el sistema de beneficios sociales de la compañía.
b. Centrarse en los aspectos centrales del sistema, tales como definir los tipos de beneficios.
c. Trabajar con datos cuantitativos para analizar la competitividad del mercado y cómo influye en las preferencias de los empleados.
d. Revisar la estrategia de beneficios constantemente.
2. Consistencia global, importancia local
Las políticas de beneficios sociales deberían estar ligadas directamente a los valores de la compañía a nivel internacional. Por ello, se deberían definir las grandes áreas de beneficios de forma global para después adaptarlas a las particularidades de cada mercado.
3. Más seguridad y opciones para los empleados
El aumento del coste de los beneficios sociales en la empresa, las diferentes necesidades de los trabajadores y un mundo cada vez más globalizado permiten que:
– Se reduzcan los beneficios básicos a, por ejemplo, seguros de vida, seguros médicos básicos o pensiones mínimas.
– Se aumenten las opciones de los empleados para mejorar estos beneficios.
4. Mejorar la experiencia de los empleados
A ciertos niveles, los empleados pasan a ser “consumidores de beneficios”. Es decir, pasan a ser clientes de la propia compañía. Por ello, las empresas deben esforzarse en que sus empleados entiendan el sistema de beneficios y en tratarlos de la misma manera que tratan a sus clientes.
La comunicación de la compañía a nivel interno podría adaptarse a algunas de las estrategias que se utilizan hoy a nivel externo como:
a. Segmentación efectiva de los empleados y sus intereses.
b. Uso de técnicas de marketing.
c. Uso de la tecnología móvil e inteligente para simplificar los procesos.
5. Crear una nueva plataforma de beneficios
En una economía global llena de desafíos, mejorar la eficiencia de todos los sistemas es una de las obsesiones del mundo empresarial. Esta tendencia también afecta a los beneficios para empleados.
Por ello, se debe trabajar en un sistema global y flexible de beneficios que reduzca las trabas administrativas, incorpore la tecnología para reducir costes o utilice el análisis de datos para la toma decisiones, entre otros aspectos.
Un sistema de beneficios sociales del siglo XXI
Los beneficios sociales en la empresa están convirtiéndose en una herramienta con la que atraer y retener talento. Sin embargo, un sistema flexible requiere de mucha más estrategia, visión y eficiencia que un sistema tradicional.
Los empleados buscan experiencias positivas e innovadoras. El primer paso para las compañías es reconocer estas demandas y valorar las posibilidades que trae el futuro.
Willis Towers Watson
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La salud y el bienestar financiero se han convertido en uno de los principales desafíos de las organizaciones modernas. El 44% de las organizaciones en Europa indican que ambos objetivos están incluidos dentro de la estrategia de sus compañías en los próximos 3 años, para poder abordarlos y alrededor de dos tercios de las empresas revisará el diseño de sus planes.
Tal y como se recoge en la última encuesta “Benefit Trends” de Willis Towers Watson, las palancas que impulsan esta tendencia son la competencia continua por el talento y el reconocimiento de que el estrés es la primera causa de absentismo. Todo ello nos permite crear un informe sólido con información clave para el mercado y la industria. Además, según refleja el informe The future of benefits de Willis Towers Watson, estas tendencias se verán influidas por la evolución de la crisis de la productividad, las necesidades de mano de obra cada vez más cualificada, la irrupción de los avances tecnológicos y los cambios en las demandas de los empleados.
¿Cuál es el futuro de los beneficios sociales en la empresa?
Teniendo en cuenta las tendencias de los últimos 20 años y los principales factores que están afectando al mundo laboral, el informe recoge cinco oportunidades empresariales para construir los sistemas de beneficios del futuro.
1. Alinear la estrategia de beneficios con los objetivos empresariales
Los beneficios sociales se ven afectados por multitud de factores, tanto externos como internos a la empresa. Sin embargo, los sistemas de beneficios son, a veces, poco flexibles. Para que no se conviertan en un lastre a nivel empresarial, recomendamos:
a. Estudiar cómo encajan las propuestas de los empleados con el sistema de beneficios sociales de la compañía.
b. Centrarse en los aspectos centrales del sistema, tales como definir los tipos de beneficios.
c. Trabajar con datos cuantitativos para analizar la competitividad del mercado y cómo influye en las preferencias de los empleados.
d. Revisar la estrategia de beneficios constantemente.
2. Consistencia global, importancia local
Las políticas de beneficios sociales deberían estar ligadas directamente a los valores de la compañía a nivel internacional. Por ello, se deberían definir las grandes áreas de beneficios de forma global para después adaptarlas a las particularidades de cada mercado.
3. Más seguridad y opciones para los empleados
El aumento del coste de los beneficios sociales en la empresa, las diferentes necesidades de los trabajadores y un mundo cada vez más globalizado permiten que:
– Se reduzcan los beneficios básicos a, por ejemplo, seguros de vida, seguros médicos básicos o pensiones mínimas.
– Se aumenten las opciones de los empleados para mejorar estos beneficios.
4. Mejorar la experiencia de los empleados
A ciertos niveles, los empleados pasan a ser “consumidores de beneficios”. Es decir, pasan a ser clientes de la propia compañía. Por ello, las empresas deben esforzarse en que sus empleados entiendan el sistema de beneficios y en tratarlos de la misma manera que tratan a sus clientes.
La comunicación de la compañía a nivel interno podría adaptarse a algunas de las estrategias que se utilizan hoy a nivel externo como:
a. Segmentación efectiva de los empleados y sus intereses.
b. Uso de técnicas de marketing.
c. Uso de la tecnología móvil e inteligente para simplificar los procesos.
5. Crear una nueva plataforma de beneficios
En una economía global llena de desafíos, mejorar la eficiencia de todos los sistemas es una de las obsesiones del mundo empresarial. Esta tendencia también afecta a los beneficios para empleados.
Por ello, se debe trabajar en un sistema global y flexible de beneficios que reduzca las trabas administrativas, incorpore la tecnología para reducir costes o utilice el análisis de datos para la toma decisiones, entre otros aspectos.
Un sistema de beneficios sociales del siglo XXI
Los beneficios sociales en la empresa están convirtiéndose en una herramienta con la que atraer y retener talento. Sin embargo, un sistema flexible requiere de mucha más estrategia, visión y eficiencia que un sistema tradicional.
Los empleados buscan experiencias positivas e innovadoras. El primer paso para las compañías es reconocer estas demandas y valorar las posibilidades que trae el futuro.
Willis Towers Watson